En medio del escándalo protagonizado tras la final del Mundial Femenino de Australia y Nueva Zelanda, el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales sorprendió este viernes y pese a que se preveía su renuncia, se atornilló al cargo.
«No voy a dimitir» dijo en cinco ocasiones durante la asamblea en la que pidió disculpas por su comportamiento, al dar un por el beso forzado a la jugadora Jenni Hermoso, luego de que la Selección se coronó campeona en el torneo orbital.
“Os voy a decir algo: No voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir”, indicó luego de pedir “perdón sin paliativos” por su comportamiento en el palco de autoridades en la final del Mundial y su posterior beso a Hermoso que calificó de «espontáneo, mutuo, eufórico y consentido».
Rubiales aseguró que el beso fue consentido: «Esta es la clave” tras señalar que luego de abrazarse con la jugadora, le dijo «has estado fantástica y sin ti no hubiéramos ganado este Mundial, me contestó eres un crak, le dije un piquito, y dijo vale».
Adicionalmente, el presidente de la Federación española comparó el beso con el que le daría a una hija suya.
«No hay deseo y no hay posición de dominio ¿Un pico consentido es para sacarme de aquí? Se está ejecutando un asesinato social. A mí. Se me está tratando de matar», insistió.
Insistió que seguirá defendiéndose luego de haber sido el blanco de críticas y peticiones de renuncia por su acción que han provenido de todos los ámbitos de la sociedad.
«No hay ninguna federación que tenga tantas selecciones inferiores como la nuestra, con sus nutricionistas, su equipo médico, cocineros, seguridad, etc”, señaló.
Al defender su gestión añadió que “eso sí, en institucional, éramos los que menos gente llevábamos. Hemos hecho fuerza done nos ha pedido Jorge Vilda. El del mundial ha sido el día más feliz de mis cinco años de mandato»,
«He activado los mecanismos para que Andreu empiece una negociación contigo y continúes los próximos cuatro años cobrando medio millón de euros. Lo voy a decir, ahora cobrabas 170.000 euros, no medio millón como decían. Eso sí, sería dejando la dirección deportiva femenina”, dijo.
Y puntualizó señalando que “en fútbol femenino eres el mejor entrenador del mundo. Hay tantas cosas que hemos hecho, que sería imposible decirlas aquí. Eso sí que es igualdad, y eso sí que es feminismo. Yo tengo tres pasiones en mi vida: mi familia y mis amigos, el fútbol (se emociona al ver a su padre llorando) y mi país».
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