Tras el anuncio de un nuevo incremento en el precio del galón de gasolina, que comenzó a aplicarse en el país desde la medianoche del pasado viernes, el Gobierno del presidente Gustavo Petro previó que el diesel (cuyo valor hoy está congelado) llegará a los 16.000 pesos.
En el caso del primero, el valor se ubica, en promedio, en 13.964 por galón, dentro de un aumento mensual promedio entre 400 y 600 pesos mensuales, con el fin de evitar un mayor déficit en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC).
Y aunque, desde el pasado año no se tocó el valor del diesel, la situación comenzará a ser diferente en los próximos meses cuando se prevé que se aplicará.
El anuncio fue hecho por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla quien dijo que ese incremento obedece a que “también tendrá que llegar a una cifra alrededor de los 16.000 pesos, que es la misma cifra a la que llegará el galón de gasolina para equilibrar la balanza”.
El funcionario, dijo que en lo que resta de 2023 no se tocará el precio del diesel, pese a que en este momento Colombia lo está pagando a precio internacional, que está alrededor de los 16.000 pesos como la gasolina.
En ese sentido, aseguró que, para equilibrar, se hará lo mismo que con la gasolina, es decir, aumentos mensuales para que su incremento no tenga un impacto muy fuerte en la inflación del país, ya que el incremento en esta cifra sin duda tocará el precio de los alimentos.
Explicó que ese proceso puede durar “mínimo año y medio”, ya que, según señaló a SEMANA, se va a realizar “poco a poco”, tal como sucede con el incremento del valor del galón de gasolina.
“Eso cerraría el hueco del Fondo de Estabilización del precio de los combustibles en 2025. Allí quedaríamos en términos de que se miraría con precio internacional y tendría que empezar a actuar la otra política que está planteando el Gobierno, que es empezar a promover la sustitución del parque automotor hacia otro tipo de combustibles”, señaló.
“La discusión que hemos tenido con el Banco es cómo hacemos para que no disparemos la inflación, porque el problema que tuvo y tiene Colombia es que en 2020 se congeló el precio de los combustibles. Entonces, cuando subió la inflación, no tuvo en cuenta el factor de los combustibles. La inflación subió hasta el 14 %”.
Señaló que “si hubiera tenido en cuenta el combustible, habría subido el 17 % el 18 %. Lo que se concluyó es que no podemos tocar los dos combustibles al tiempo porque disparamos la inflación. Entonces, vamos parcialmente con la gasolina. Allí es donde está el mayor hueco del Fondo de Estabilización. Pero del diésel no hablaremos este año”.
Hoy lo que tenemos es que ese es el combustible del transporte masivo; entonces, estaríamos impactando sistemas como TransMilenio. También es el combustible del transporte de carga. Ahí es donde tenemos que también mirar qué hacemos con eso.
“Allí quedaríamos en términos de que se miraría con precio internacional y tendría que empezar a actuar la otra política que está planteando el Gobierno, que es empezar a promover la sustitución del parque automotor hacia otro tipo de combustibles. Eso cerraría el hueco del Fondo de Estabilización del precio de los combustibles en 2025”, aseveró.
Sobre el impacto que tendría el aumento del diesel en los alimentos el ministro de Hacienda aseguró que busca evitar ese impacto con el aumento mensual.
“Es más o menos lo que teníamos en la década de los noventa, del siglo pasado. El país ajustaba el precio de los combustibles una vez al año, y tan pronto se ajustaba el precio de los combustibles, una vez al año, todo subía”, señaló, al referirse a la situación que se vivía en el país a comienzos de cada año.
En relación con eso, aseguró que “el impacto era sobredimensionado porque automáticamente decían: como subió el combustible, ahora sube la papa, el almuerzo, todo».
«Cuando se decidió hacer el ajuste mensualmente, el país se dio cuenta de que ese impacto era más imaginario que real. Hoy queremos mostrar que sí hay dicho efecto imaginario y que el impacto real es apenas del 1,5 por ciento. No es más”. señaló.
En relación con la gasolina, Bonilla indicó que hace falta ajustar su valor en cerca de 2.000 pesos.
“Estamos alrededor de los 14.000 pesos. Lo que falta por ajustar es 2.000 pesos más hasta que llegue a los 16.000 pesos. Cuando comenzó el gobierno, el precio al que debía llegar era casi de 19.000 pesos”, explicó.
Y añadió: “pero como ha venido bajando el petróleo y la tasa de cambio, se ha ajustado el precio de la gasolina a nivel internacional, eso ayudó a cerrar la brecha”.
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