Un fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, confirmó en segunda instancia, la medida de aseguramiento en centro carcelario contra Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias Macaco, como responsable de mas de 160 hechos de lesa humanidad.
El ente acusador señaló que estos casos están relacionados con homicidio agravado, homicidio en personas protegida, lesiones personales, desplazamiento de población civil, reclutamiento ilícito, desaparición forzada, secuestro simple, secuestro extorsivo, tortura, acceso carnal violento, terrorismo y hurto agravado.
De esta manera se ratificó que estas acciones son consideradas como de lesa humanidad teniendo en cuenta que la Fiscalía cuenta con material probatorio suficiente para demostrar que dichas conductas no han prescrito, y que obedecieron a una política sistemática y generalizada por parte del procesado.
Según el organismo, alias Macaco, en su condición de excabecilla del Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), durante las audiencias de indagatoria realizadas los días 2, 9 y 16 de marzo de 2021, en las instalaciones de la Cárcel Picota, reconoció su responsabilidad por línea de mando, en 162 hechos delictivos ocurridos en, al menos, 11 departamentos entre los años 2000 y 2004.
Entre los eventos investigados están 113 homicidios y 110 casos de desaparición forzada de campesinos, líderes comunitarios y población indígena.
El Bloque Central Bolívar: 4.449 asesinatos selectivos y 106 masacres
Entre tanto, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) presentó este viernes el informe «El Bloque Central Bolívar y la expansión de la violencia paramilitar. Tomo III. Quisieron matar la utopía: la imposición del orden no deseado».
De acuerdo con el documento, entre 1999 y 2006 esta estructura paramilitar “dejó tras de sí una huella de muerte, dolor, violencias basadas en género y de ruptura del tejido social que marcó la vida de los territorios afectados por su presencia en quince departamentos y en más de 200 municipios.”
En el tercer tomo se advirtió que en la fase de expansión de la estructura paramilitar, entre 1999 y 2006, en Antioquia, el Eje Cafetero, Risaralda, Caldas, Nariño, Caquetá, Meta y Vichada “se cometieron 4.449 homicidios selectivos por parte de esta estructura, siendo esta la modalidad de violencia más usada por el grupo ilegal”.
El informe presentado durante la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín recogió los relatos de las personas desmovilizadas que aportaron información por medio del Mecanismo No Judicial de Contribución a la Verdad, de la Dirección de Acuerdos de la Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica.
Las contribuciones permitieron determinar que el BCB cometió, en el período de análisis, 106 masacres contra la población civil. Se suman 1.714 casos de desaparición forzada y 741 casos asociados a violencia sexual, principalmente en el Putumayo con 243 sucesos.
«En 2002 hubo un pico de este tipo de violencia en los territorios de operación del BCB; año de expansión hacia el Putumayo y Caquetá», detalló Alberto Santos, investigador y coordinador de los informes sobre esta estructura paramilitar.

Este proceso, según el documento, tuvo como epicentro el Bajo Cauca,” desde donde alias Macaco, direccionó la incursión hacia regiones de Santander, Antioquia, el Eje Cafetero Putumayo, Caquetá, Chocó, Nariño, Meta y Vichada”.
«Es la estructura más grande que operó en el país en materia de frentes y personal Desmovilizados”, destacó el investigador tras señalar que este tomo final recoge el análisis de lo que fue la actuación de esa estructura desde distintos aspectos.
Explicó que estos tienen que ver con «escenarios de violencia y el accionar del bloque, sus vínculos con la fuerza pública, y el proyecto político del BCB que se desarrolló cooptando poderes locales, regionales y nacionales, por medio del despliegue de comisarios políticos y de alianzas con políticos. También se hacen hallazgos sobre las fuentes de financiación y los impactos del paramilitarismo en la vida de las comunidades».

«Sobre la relación del BCB y el narcotráfico hay un preámbulo que reconstruye la participación de narcotraficantes como Memo Fantasma en la actuación del bloque. Se descubrió un entramado de narcotráfico y política que terminó involucrando, según fuentes periodísticas, a personajes del Gobierno nacional. Además, se hace una reconstrucción de lo que fue la alianza con otros narcos como el Pulpo Invisible y Jhony Cano», señaló.
Aseguró que el informe reconstruye el papel de Macaco en la guerra del norte del Valle, que le permitió hacerse al control del narcotráfico en esa región, el Eje Cafetero, parte de Antioquia y del Chocó.
En ese sentido señaló que alias Macaco, “construyó un emporio alrededor del paramilitarismo usufructuando los recursos que le garantizaba el narcotráfico, con respaldo del accionar armado y lavando el dinero en diferentes negocios.
“La acumulación de capital y poder le permitió diversificar su actividad económica, no solo en negocios tradicionales como los cultivos extensivos o la ganadería, sino también, por ejemplo, en otros menos comunes como equipos de fútbol y empresas de cableoperadores», enfatizó.
Finalmente, dijo que esa organización tuvo un relacionamiento y cooperación, con las fuerzas del orden “que van desde la omisión en la acción contra estos grupos hasta operaciones conjuntas e intercambio de personal en casos de ejecuciones extrajudiciales, conocidas como falsos positivos”.
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