El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, advirtió este miércoles que la ofensiva sobre la Franja de Gaza alcanzará cualquier «refugio» que puedan tener los milicianos del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
Horas después del inicio del asalto sobre el hospital de Al Shifa, aseguró: «No hay lugar al que no lleguemos».
«¿Recuerdan cuando nos dijeron que no invadiríamos Gaza? Lo hicimos. Nos dijeron que no llegaríamos a la Ciudad de Gaza. Llegamos. Nos dijeron que no entraríamos en Al Shifa. Entramos», djo durante una visita a una base de entrenamiento en Zikim, cerca de la frontera gazatí.
Hizo un llamado a perseguir en cualquier sitio a los «asesinos» de Hamás para «eliminarlos» y recuperar a los rehenes, dos «misiones sagradas» para Netanyahu, según declaraciones difundidas por su propia oficina.
Compromisos que volvió a enfatizar al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en una nueva conversación telefónica.
El primer ministro insistió en que las tropas de ese país seguirán en Gaza hasta conseguir «una victoria completa», sin que por ahora esté claro hasta cuándo puede durar una operación bautizada como ‘Espadas de Hierro’.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) han justificado su intervención en el hospital de Al Shifa, el mayor de la Franja de Gaza, como una operación «precisa» contra miembros de Hamás, después de acusar a este grupo de utilizar las instalaciones como escudo para sus actividades armadas.

La ONU presenta un plan de diez puntos
A propósito de la situación, el jefe de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths, presentó este miércoles un plan de diez puntos para poner fin a la «carnicería» en la Franja de Gaza que incluye la apertura de más pasos fronterizos, incluido el de Kerem Shalom, para permitir la entrega de ayuda humanitaria a la población.
Manifestó que «la carnicería en Gaza alcanza cada día nuevos niveles de horror», tras lamentar que «el mundo mira impactado cómo los hospitales son atacados, cómo mueren bebés prematuros y cómo una población es privada de los medios básicos para su supervivencia».
«Esto no puede continuar. Las partes en conflicto deben respetar el Derecho Internacional Humanitaria, acordar un alto el fuego humanitario y detener los combates», indicó.
Griffiths pidió a las partes, «a todos los que tienen influencia sobre ellas» y a «la comunidad internacional en general» que «hagan todo lo posible» para «apoyar y aplicar» su propuesta de plan.

La misma incluye diez puntos, entre ellos «facilitar los esfuerzos de las agencias de ayuda para entregar un flujo continuo de convoyes de ayuda, de forma segura»,.
Igualmente, «abrir pasos fronterizos adicionales para la entrada de camiones comerciales y con ayuda, incluido el de Kerem Shalom».
«Permitir a la ONU, otras organizaciones humanitarios y entidades públicas y privadas acceder a combustible en cantidades suficientes para entregar ayuda y dar servicios básicos», destacó.
Otros de los puntos son «permitir a organizaciones humanitarias que entreguen ayuda a Gaza sin impedimento o interferencias».
«Abrir el número de refugios seguros para desplazados en escuelas y otras instalaciones públicas en Gaza, así como garantizar que son zonas seguras durante las hostilidades» y «mejorar el mecanismo de notificación humanitaria para ayudar a evitar ataques contra civiles e infraestructuras civiles».

El plan contempla, además establecer «puntos de distribución de ayuda para civiles, en línea con las necesidades».
Así mismo, facilitar «a los civiles que se muevan a zonas seguras y que vuelvan de forma voluntaria a sus residencias. Financien la respuesta humanitaria, que ahora asciende a 1.200 millones de dólares» (cerca de 1.105 millones de euros)».
El último punto prevé «aplicar un alto el fuego humanitario para permitir que los servicios básicos se reinicien y el comercio esencial se reactive».
«Un alto el fuego así es también vital para facilitar la entrega de ayuda, permitir la liberación de los rehenes y dar un respiro a los civiles», destacó el jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU.

«Estas son las acciones necesarias para controlar la carnicería. El plan es exhaustivo y estamos decididos a presionar para cada paso, pero necesitamos un apoyo internacional amplio. El mundo debe actuar antes de que sea demasiado tarde», según el funcionario.
El Ejército de Israel lanzó su ofensiva en Gaza tras los ataques de Hamás, que dejó con cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados.
Las autoridades de Gaza, controladas por el grupo islamista, han cifrado en más de 11.300 los muertos, si bien han dicho que el balance no puede ser actualizado por la falta de conexión y la pérdida de contacto con los hospitales ante la ofensiva israelí.
En su último balance, más de 2.000 personas permanecen desaparecidas bajo los escombros, por lo que se teme que la cifra sea superior.
Por su parte, la Autoridad Palestina ha denunciado la muerte de más de 180 palestinos a manos de las fuerzas de Israel y en ataques perpetrados por colonos desde el 7 de octubre.
*Con información y fotos de Europa Press.
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