Pese a estar detenido desde diciembre pasado en la cárcel de máxima seguridad, Palogordo, en Santander, el cabecilla del Tren de Aragua, José Manuel Vera Sulbarán, alias Satanás, ha venido lanzando graves amenazas.
Las autoridades confirmaron que desde el centro penitenciario, el delincuente ha seguido con su acción criminal.
De acuerdo con el reporte oficial, mediante mensajes a través de WhatsApp ha enviado mensajes de audio intimidatorios a comerciantes de Bogotá.
«Yo puedo estar preso, pero aquí todos los muchachos están en la calle y estamos activos. Si ustedes quieren derramamiento de sangre, nosotros los vamos a complacer», señaló en uno de los audios en poder de las autoridades.
Igualmente, le pidió a los comerciantes que cumplieran con el pago de las extorsiones, pues en las calles todavía se encuentran sus cómplices, que podrían actuar en su contra.
“Si ustedes no se ponen al día con Moisés y con Pedro, que son los que quedaron encargados de la zona, ya los muchachos tienen coordenadas directas de que me empiecen a matar gente todos los días”, según la amenaza.
Pese a las denuncias, el gobernador de Santander, Juvenal Díaz, dijo a Noticias Caracol, que, al parecer, los audios no serían enviados directamente por WhatsApp, sino que alias Satanás se valdría de otros medios.
“Este bandido aprovecha una llamada a la que ellos tienen derecho y que no se les puede negar, para que otra persona, seguramente desde Bogotá, grave la voz de él con las amenazas y las difunde”, enfatizó.
Entre tanto, directivos de la cárcel de Palogordo, informaron que se adelantan requisas cada 24 horas en la celda de este cabecilla del Tren de Aragua y que no se le permiten las visitas.
¿Quién es?
Alias Satanás fue capturado a comienzos de noviembre del año pasado en Ecuador, luego de un extenso operativo por parte de las autoridades de este país.
Dentro del prontuario delictivo se encuentran crímenes en Colombia y usaba como modus operandi, la intimidación con llamadas, panfletos, mensajes e incluso, amenazaba a sus víctimas con explosivos.
Tras su captura, las autoridades ecuatorianas lo entregaron a la Policía colombiana. “El día de hoy, procedente de Pasto, trajimos a Bogotá a uno de los criminales más buscados. Él tendrá que responder ante la justicia colombiana por homicidios en la capital, por extorsiones, por actividades de terrorismo”, sostuvo en su momento el director de esa institución, general William Salamanca.
Es reconocido por su acción delincuencial en localidades como San Cristóbal, Antonio Nariño, Los Mártires, Fontibón, Kennedy, Suba y Bosa de Bogotá.
“Con esta captura se impacta de manera directa una estructura criminal dedicada al tráfico de estupefacientes, extorsión y homicidio en el capital. Valoro y agradezco la colaboración de nuestros homólogos del Ecuador quedando claro que Latinoamérica no es refugio para delincuentes”, dijo el general Salamanca.
Las autoridades lograron determinar que exigía a los comerciantes de Bogotá importantes sumas de dinero, entre 50 y 300 millones de pesos colombianos.
Dichas acciones las llevaba a cabo mediante audios de WhatsApp, intimidando a comerciantes con panfletos en donde mostraba armas de fuego, usando líneas telefónicas internacionales.
En poder de las autoridades existen 50 denuncias por extorsión e incluso y su presunta participación en, al menos, ocho asesinatos en la capital de la República.
Se presume que usaba menores de edad para la venta de drogas en la ciudad, a quienes situaba en lugares estratégicos para que dieran aviso en caso de que las autoridades llegaran a la zona.
“Intimidaba a sus víctimas con panfletos amenazantes, seguido de disparos a negocios y el lanzamiento de granadas, sin embargo, están vinculados de manera preliminar en por lo menos 8 homicidios cometidos en la capital”, de cuerdo con la Policía.
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