Organizaciones de defensa de los Derechos Humanos volvieron a denunciar la alarmante situación que atraviesa Cuba, donde la sociedad civil hace frente a una «atmósfera de represión generalizada» tras décadas de bloqueo y aislamiento internacional.
En un país golpeado por la grave crisis económica, los opositores y las voces disidentes aseguran que los líderes cubanos son ya «incapaces de convencer a nivel ideológico».
Así, bajo la amenaza de una fuerte vigilancia y la posibilidad del encarcelamiento, los opositores insisten en la necesidad de seguir adelante en la lucha por defender el derecho a la protesta y acabar con la criminalización.
La investigadora regional para el Caribe de Amnistía Internacional, Johanna Cilano Pelaez, lamentó que la situación humanitaria ha empeorado significativamente después de la pandemia de coronavirus.
“Es una situación alarmante de crisis múltiple de Derechos Humanos, donde vemos que hay problemas graves para acceder a medicamentos y alimentos», dijo en una entrevista con Europa Press, tras señalar que incluso el Gobierno de Miguel-Díaz Canel admitió este problema.
Añadió que «existe una incapacidad de sostener una canasta básica de alimentos, algo que ha empeorado respecto a hace 15 años», al añadir que «lo que se está viendo en Cuba es brutal».

«Muchos de los hogares no tienen acceso a agua o gas para cocinar, y últimamente las remesas que llegan al país lo hacen en forma de comida», sostuvo.
En este sentido, explicó que esta falta de alimentos se ve además recrudecida por las acciones del Gobierno, al que «solo le queda la represión» porque, «más allá de los mitos acerca de lo que supone Cuba a nivel político», sigue vertiendo amenazas contra su propia población civil.
«La situación es grave y yo me atrevería a decir que lo que se describe en los testimonios de aquellos que viven en la isla reflejan un ambiente similar al de 2021, justo después de la pandemia, cuando el país estaba completamente cerrado al turismo», aseguró luego de asegurar que «el país no ha recuperado ninguna de sus fuentes de ingresos económicos» por el momento.
Según Cilano, muchos tienen la sensación de que es posible acceder a ciertos bienes con dinero, pero ha advertido de que se trata en realidad de un país «completamente precarizado, incluso para aquellos que cuentan con capital. Es una situación desesperante».

No obstante, destacó el momento vital que atravesó el país a nivel político en 2021, cuando se produjeron protestas masivas: «no hemos tenido protestas iguales, pero lo cierto es que existe un esfuerzo permanente de recrudecer la atmósfera de miedo tras el 11 de julio».
Desde Amnistía, una organización que visitó por última vez el país en los años 80 a invitación del Gobierno cubano, denunció los juicios ejemplarizantes, el estigma y la criminalización de cualquier tipo de crítica contra el Gobierno. No obstante, resaltó la disposición del pueblo cubano a seguir adelante con su lucha a pesar de todo.
«Hemos tenido protestas muy desarticuladas y de carácter local, concentradas en ciertas demandas, (…) pero en cada una de esas protestas también han salido reclamos de políticos a favor del cambio y la libertad», dijo.
Se trata, tal y como recalcó, de una forma de protesta «marcada por un entorno represivo y de crisis humanitaria».

Crisis energética
El Gobierno de Cuba, que sufrió la semana pasada un apagón generalizado en todo el territorio, declaró recientemente el estado de emergencia energética debido a una crisis que va más allá del déficit de electricidad que ha llevado a los cubanos a vivir entre constantes apagones.
Esta situación, a la que se suma la falta de alimentos, agua, medicamentos y el aumento de la inseguridad ciudadana, hizo que los defensores de Derechos Humanos consideraran que existe una «ausencia de certezas».
«Es un sistema totalmente colapsado y obsoleto, con falta de mantenimiento. La ausencia de combustible tiene que ver con la falta de dinero para comprar dicho combustible», explicó Cilano, que relaciona esta cuestión con la crisis que viven de por sí algunos de los aliados más importantes del Gobierno cubano: Rusia y Venezuela, que tienen «sus propios conflictos y crisis internas».

Por su parte, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos indicó que el 89 % de los cubanos vive sumido en la extrema pobreza, una situación que «se agrava día a día sin que el Gobierno adopte medidas estructurales para sacar al país de la hambruna y la miseria».
En su último informe, alertó de que ha ocurrido lo contrario, «se ha acentuado la represión y el acoso fiscal contra los incipientes negocios privados».
Indicó, según el texto, que Díaz-Canel y su Gobierno son «responsables directos de la situación» y es necesaria una inmediata dimisión en bloque.
Para Cilano, la situación energética supone un ejemplo de cómo el Gobierno ya no puede proveer ni «un mínimo de recursos».

«Esta posibilidad ya no existe. El Gobierno es incapaz de dar absolutamente nada. Tampoco puede convencer; hay una crisis de legitimidad de los dirigentes que aumenta con el desgaste, con un discurso que está totalmente desconectado de lo que está pasando en la realidad», argumentó
«La represión es lo único que queda y ha ido generalizándose. Cuando antes tenías una represión mucho más focalizada en activistas, periodistas y disidentes, hoy tienes decenas de personas que están en las cárceles y eran ciudadanos comunes que salieron a protestar, que era su primera protesta y no estaban vinculados a grupos de oposición ni activismo», enfatizó.
Dijo que existe una «opacidad» de las informaciones de los medios de comunicación a pesar de reivindicar el trabajo de la prensa independiente.
Preso de conciencia
A pesar de que más de un millón de personas ha abandonado Cuba durante los últimos dos años, de los cuales unos 800.000 han logrado entrar en territorio estadounidense, la cifra de presos políticos aumentó hasta 1.113, según los últimos datos recabados por Prisoners Defenders.
Se trata de la cifra más alta en el último año, si bien cinco de estos presos han cumplido íntegramente sus condenas este mes de octubre.
La organización denunció, además, la imposición de una nueva ley para «recrudecer la censura digital» y la existencia de otras normativas que Amnistía venía denunciando, como la reforma del Código Penal y la ley de comunicación social.

A esto se suma la declaración por parte de Amnistía de otros cuatro presos de conciencia: Roberto Pérez, Félix Navarro, Sayli Navarro y Luis Robles, una declaración «muy importante dada la visibilidad que ofrece y el impacto a nivel internacional», explicó Cilano.
«Estos nombramientos son un reconocimiento a las personas que permanecen en prisiones en Cuba por ejercer pacíficamente sus derechos, a todas aquellas personas que viven sistemáticamente bajo vigilancia, hostigamiento y amenaza de criminalización», destacó por su parte Ana Piquer, directora de las Américas de Amnistía Internacional.
La organización recordó el caso de José Daniel Ferrer, prácticamente confinado en solitario desde que fue encarcelado el 11 de julio de 2021 y cuya familia únicamente ha podido visitarle este año una sola vez durante un periodo de tiempo muy limitado.
«Mientras más amenazado se sienta el régimen, es lógico pensar que aumentará la represión porque no tiene otra forma de construir una base para la legitimidad social ni para ofrecer nada a la población», puntualizó Cilano.
*Con información de Europa Press
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