Después de varios días de hospitalización falleció Elí Mejía Mendoza, conocido como alias «Martín Sombra», a sus 94 años, el temido “carcelero” de las Farc.
La Secretaría de Salud de Bogotá, confirmó que el exintegrante del desmovilizado grupo alzado en armas murió en el Hospital El Tunal.
Alias «Martín Sombra» fue uno de los mandos medios más conocidos por haber sido uno de los encargados de custodiar en 2002 a los civiles, militares y políticos secuestrados, entre ellos, la excandidata presidencial, Íngrid Betancourt; la excongresista, Clara Rojas y al exgobernador del Meta, Alan Jara.
También estuvo a cargo de la vigilancia de los estadounidenses Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves y varios miembros de la Fuerza Pública.
El excancelero de las Farc fue capturado en 2008 y posteriormente compareció ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), donde reconoció haber participado en reclutamiento de menores y otros delitos.
Aunque recuperó su libertad y se acogió a la justicia transicional, fue recapturado en una vía publica de Bogotá en 2020 por su presunta participación en un caso de secuestro ocurrido en 2017.
Según las autoridades, el 31 de diciembre de ese año, en la finca Acapulco, ubicada en la vereda campo hermoso de San Vicente del Caguán (Caquetá), “Martin Sombra”, en alianza con alias K-fir, otro exguerrillero de la columna ‘Teófilo Forero’ secuestraron al ganadero Samuel Estupiñán Sánchez.
En su momento, se indicó que los delincuentes le dieron a la familia del secuestrado ocho días de plazo para conseguir 800 millones de pesos a cambio de liberarlo sano y salvo.
“Martín Sombra” recibió medida de aseguramiento preventivo por esos hechos y estuvo preso en el patio de Alta Seguridad de La Picota hasta que se vencieron los términos. La fase del juicio oral en el proceso por este crimen en la justicia ordinaria la afrontó e libertad.
Sin embargo, su paso por la cárcel fue una excusa para no responder a algunos requerimientos de la JEP y la Comisión de la Verdad.
El 3 de marzo de 2024, la Sala de Amnistía e Indulto de la JEP decidió en primera instancia no expulsar al exguerrillero pues, de acuerdo con su testimonio, su falta de colaboración obedeció a que se encontraba preso, que no estaba informado de las citaciones y que no podía asistir presencialmente por su estado de salud.
La JEP también consideró que Elí Mendoza estaba aportando con su testimonio al esclarecimiento de los casos que investiga, sobre todo el relacionado con el secuestro -en el que fue uno de los principales perpetradores- y el reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes.
“En ambas diligencias el compareciente realizó y expresó su voluntad y disposición para atender cualquier requerimiento de cualquier órgano del Sistema Integral de Paz”, dijo la Sala, en marzo del año pasado.
Sin embargo, sus aportes fueron duramente cuestionados por las víctimas, quienes consideraron que faltó a la verdad.
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