El presidente Gustavo Petro respondió a una publicación de la revista británica The Economist titulada «El terrible presidente de Colombia se desespera» en la que hizo duros cuestionamientos a su describiéndo su periodo como «años frustrantes».
Las críticas están relacionadas con el trámite de las propuestas sociales «a través de un estilo de gobierno pugilístico le ha dificultado obtener apoyo en el Congreso, mientras que los tribunales han frenado algunas de sus reformas», lo que ha llevado a su Gobierno a promover la asamblea constituyente.
La publicación destacó los obstáculos legislativos, judiciales y económicos que ha tenido que enfrentar la actual administración así como su reciente giro hacia una propuesta de asamblea constituyente que ha generado inquietud.
El medio británicánico cuestionó la propuesta del presidente de una Asamblea Nacional Constituyente para reformar la Constitución de 1991. «Esta propuesta es radical y sus intenciones son preocupantemente vagas”, indicó.
Según el artículo, los críticos del Gobierno temen que el presidente «intente consagrar en la Constitución lo que no ha logrado aprobar en el Congreso».
Para The Economist, con un índice de aprobación en torno al 30 %, sin posibilidad de reelección y sin un heredero político claro, Petro estaría apostando por un salvavidas histórico. «Cree que el pueblo salvará su legado», puntualizó el medio.
Como respuesta el mandatario escribió en su cuenta en X: «Jajaja..nuestra revista del pensamiento crematístico, cree que el Estado Social de Derecho y la economía social de mercado son pensamientos vagos».
Añadió: «Esos conceptos globalizados, son indispensables para la descarbonización productiva y social sin lo cual, solo vendría la extinción».
«Ojalá The Economist abra un debate sobre estos conceptos algo vagos, por ahora. Pero hay que informarle que no planeo cambiar la constitución ni estoy desesperado», señaló el mandatario.
Al defender la propuesta de Asamblea Constituyente aseguró: «Planeo que se aplique la constitución de 1991. El Estado Social de derecho es fundamental para dejar de ser el tercer país más desigual socialmente de la tierra».
«Se puede agregar un tema que no se discutió en 1991: cómo mitigamos y nos adaptamos a la crisis climática. En otras palabras, cómo Colombia se descarboniza y se convierte en poder mundial de la vida», destacó.
Y puntualizó señalando: «Estos conceptos, quizás, nos lleven a un concepto cotidiano y concreto: ¿cómo vivimos en paz? Ojalá The Economist tenga alguna teoría al respecto».
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