El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó que se presentará a las elecciones presidenciales previstas para el año 2026 en el país si así se lo permite su estado de salud, al tiempo que criticó a miembros de la oposición y «líderes fascistas» por considerar que tienen vínculos con Estados Unidos.
En este sentido, cuestionó que estos mismos políticos y grupos defiendan los aranceles impuestos por el Gobierno estadounidense de Donald Trump contra el país tras asegurar que muestran que son unos «vendepatrias».
Lula obtuvo la victoria en las elecciones de 2002, y fue investido presidente el 1 de enero de 2003. En las elecciones de 2006 venció otra vez y obtuvo un segundo mandato como presidente, el cual finalizó el 1 de enero de 2011.
Fue nuevamente elegido tras vencer en las elecciones de 2022 en la segunda vuelta al entonces presidente Jair Bolsonaro, convirtiéndose en la primera persona en ser electa tres veces para el cargo en la historia de su país.
«Estamos viviendo una excrecencia política: un tipo que hacía campaña envuelto en la bandera brasileña ahora está envuelto en la bandera de Estados Unidos y pidiendo impuestos contra Brasil», lamentó Lula durante un discurso en relación al diputado de Sao Paulo por el Partido Liberal e hijo del expresidente Jair Bolsonaro, Eduardo Bolsonaro, a quien ha calificado de ser un «enemigo de Brasil».
Este término, dijo, se extiende a todos aquellos que «piden sanciones directamente al pueblo brasileño».
Ante la imposición de estos gravámenes, el Gobierno de Lula decidió evitar confrontaciones con Washington y aumentar sus intercambios comerciales con otros países.

Lula se abre a negociar con EE. UU. siempre que ocurra en «igualdad de condiciones»
Lula da Silva, afirmó que su país está abierto a negociar con Donald Trump el tema arancelario pero solo si su país recibe un trato igual al de Estados Unidos, y reiteró que no cederá a la presión política del presidente Trump.
«Queremos negociar. Queremos negociar en igualdad de condiciones», declaró durante un evento de su izquierdista Partido de los Trabajadores en Brasilia.
Añadió: «Apoyaremos a nuestras empresas, defenderemos a nuestros trabajadores y les diremos: ‘Miren, cuando estén listos para negociar, nuestras propuestas estarán sobre la mesa’».
En julio, Trump colocó a Brasil en el centro de su guerra comercial global, amenazando con imponer aranceles del 50 % a sus productos a menos que la Corte Suprema de Justicia desestimara de inmediato la demanda contra el expresidente Bolsonaro, quien enfrenta un juicio por intento de golpe de Estado tras su derrota electoral de 2022.

La semana pasada, Estados Unidos retrasó el aumento de aranceles, que debía entrar en vigor el 1 de agosto, aunque eximió a numerosos productos de gravámenes más altos, pero también impuso sanciones al juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes, quien supervisa los casos legales de Bolsonaro y ha tenido enfrentamientos con empresas estadounidenses de redes sociales.
Trump declaró el pasado viernes que Lula puede llamarlo, declaraciones que el ministro de Finanzas de Brasil, Fernando Haddad, celebró como un paso adelante.
Aseguró que pronto hablará con el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, sobre los aranceles y las sanciones contra Moraes, de acuerdo con Bloomberg.
Aunque mostró su disposición a dialogar, el líder izquierdista también mantuvo su tono desafiante hacia Estados Unidos, afirmando que era «inaceptable» «intentar usar un asunto político para imponernos sanciones económicas» y reiterado su afirmación de que Trump intenta trastocar el multilateralismo global.

Lula también afirmó que no cejará en sus esfuerzos por desarrollar alternativas al dólar en el comercio exterior, otro tema que molestado a Trump, incluso cuando el bloque BRICS de países de mercados emergentes, del cual Brasil forma parte, ha avanzado poco al respecto.
«Brasil hoy no depende tanto de Estados Unidos como antes», aseguró. «No subestimaré la importancia de nuestra relación diplomática con Estados Unidos. Pero, de ahora en adelante, necesitan saber que tenemos asuntos que negociar. Tenemos tamaño, tenemos una postura, tenemos intereses económicos y políticos que plantear», advirtió.
Las declaraciones del presidente brasileño coincidieron con las marchas de los partidarios de Bolsonaro en las principales ciudades contra el gobierno y Moraes, a quien el expresidente ha acusado de perseguirlo políticamente a él y a sus aliados de derecha.
Multitudes se congregaron en las principales calles de Río de Janeiro, Brasilia y otras ciudades, con una marcha adicional prevista en la avenida principal de São Paulo por la tarde.
Bolsonaro no participó en las marchas debido a las restricciones que Moraes le impuso el mes pasado, que le prohíben salir de su casa por la noche y los fines de semana.
*Con información de Europa Press
Los invitamos a seguir el canal de SinCandado en WhatsApp. Activen la campanita. https://whatsapp.com/channel/0029Va5h18bL2ATvVS9cpQ1S
Visite nuestras cuentas en X (Twitter), Instagram, Youtube y Youtube Music y el podcast de SinCandadoRadio en Spotify y demás plataformas. Arriba encuentran los iconos de acceso.




















































Deja un comentario