El Gobierno anunció que harán uso de drones para reactivar las fumigaciones de cultivos ilegales con glifosato en el marco de las medidas puestas en marcha contra los cultivos de hoja de coca.
El ministro de Justicia, Andrés Idárraga, confirmó que la aspersión terrestre comenzará, pero será realizada mediante vehículos aéreos no tripulados en algunas zonas en las que «grupos armados ilegales están instrumentalizando a los campesinos para sembrar hoja de coca», una fumigación que podría comenzar esta misma semana en el departamento del Cauca.
«No estamos volviendo a la aspersión aérea con glifosato, estamos haciendo una aspersión terrestre controlada visualmente por parte de la Policía Nacional, lo cual mitiga absolutamente todos los impactos que sí se daban en otra hora con la aspersión aérea», explicó.
Idárraga dijo que la fumigación se hará a un máximo de 1,5 metros de altura para controlar que el herbicida no afecte a la salud de las personas, y que estará controlada visualmente por la Policía.
«Lo que ustedes van a encontrar es unos drones a una altura máxima de 1,5 metros de altura sobre el dosel, es decir, sobre la planta, lo cual facilitará en 30 minutos poder cubrir hasta una hectárea de hoja de coca», aseguró.
En este sentido, señaló que las autoridades se encuentran al tanto de recibir el visto bueno definitivo de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, que «se espera que llegue mañana, a más tardar» para poder así iniciar el plan piloto de aspersión aérea en el Cauca.
De esta manera se empezará a implementar la estrategia que combina el Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos mediante Aspersión Terrestre (Pecat) con la tecnología de drones y la contratación de miles de litros del herbicida para una aplicación focalizada.
Todo esto, teniendo en cuenta las restricciones impuestas por la Corte Constitucional, que permite la fumigación solo si se delimitan con precisión las zonas intervenidas.
Para el Gobierno, además de garantizar que este tipo de sustancias no causarán afectaciones a la salud y al medio ambiente, se considera las posiciones de las poblaciones que pudieran verse en riesgo.
La aspersión con glifosato, la estrategia antidroga por la que se decantó el Gobierno colombiano en el pasado, fue suspendida por el Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE) en 2015 y ha sido criticada por distintas organizaciones sociales.
Cuestionamientos a decisión
Tras conocerse el anuncio, diferentes sectores recordaron que durante la campaña presidencial, el hoy mandatario y la coalición del Pacto Histórico, prometieron la prohibición total del glifosato.
Y es que, el 14 de abril de 2021, antes de inscribirse como candidato, una de las primeras promesas de Petro escribió en su cuenta en X : “En el gobierno del ‘Pacto Histórico’ no habrá una sola gota de glifosato que se arroje sobre las tierras de nuestra patria. El pacto histórico es un pacto con las familias campesinas y con el agua”.
Sin embargo, ante el incremento de los cultivos de uso ilícito, se anunció el uso de este producto. Según cifras de la ONU llegó Colombia llegó a 253.000 hectáreas para finales de 2023.
Entre tanto, el informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci), la producción de cocaína habría superado las 3.000 toneladas en 2024.
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*Con información de Europa Press
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